La sostenibilidad gana peso en la cesta de la compra
Los consumidores cada vez están más preocupados por el medio ambiente, aspecto que está ganando peso en la toma de decisiones de los usuarios.
Cerca del 80% de los clientes está cambiando sus preferencias de compra basándose en criterios de responsabilidad social, inclusividad y compromiso medioambiental, según el último informe del Instituto de Investigación de Capgemini. Sin embargo, el cliente está desinformado de las repercusiones reales y muchas marcas y fabricantes se quedan en la superficie en sus planes lanzados.
Este estudio, que examina el impacto que tiene el criterio de sostenibilidad en la patrones de compra de los consumidores y el grado de conocimiento que tienen las organizaciones del sector minorista y de bienes de consumo, presenta una sociedad más concienciada y comprometida, aunque también desinformada. El 67% de los clientes afirmó que será más consciente de la escasez de recursos naturales debido a la crisis sanitaria del COVID-19, mientras que el 65% señaló que estará más comprometida en su consumo en general en la nueva normalidad.
Ese compromiso medioambiental se observa en las compras en más de la mitad de la población. El 53% de los consumidores del total y el 57% del grupo de edad entre los 18 y 24 años se han pasado a marcas menos conocidas pero que son respetuosas con el medio ambiente. De hecho, más de la mitad de los encuestados afirma que tiene conexión emocional con productos o empresas que perciben como sostenibles, lo que hace que “se sientan contentos con sus compras”, tal y como asegura un 72% de los investigados, entre los 25 y 35 años.
Las empresas del sector Retail conocen también los beneficios de la sostenibilidad en sus relaciones con los clientes, puesto que casi el 80% señala que este aspecto aumenta la fidelidad y el 63% que incrementa los beneficios generados por la marca.
Compromiso, sin conocimiento
A pesar de este compromiso, empresas y consumidores desconocen realmente las consecuencias de determinados productos en su fabricación y la repercusión que tiene en el medio ambiente, entre otros aspectos. Por ejemplo, casi un 78% de los clientes desconoce que se necesita 1.000 litros de agua producir una tableta de chocolate o el 68% tampoco sabe que la producción de una hamburguesa media genera más emisiones que conducir 15 km en un coche grande. Los usuarios que conocieron estos aspectos señalaron que buscarán productos más sostenibles a partir de ahora. En ese sentido, la necesidad de difundir más información es fundamental.
En marcas minoristas y fabricantes también existe este desconocimiento, puesto que, entre otros datos, el 65% de los directivos respondió que sus consumidores conocen muy bien sus iniciativas en materia de sostenibilidad pero el 49% de los clientes añade que no disponen de ninguna información.
Las empresas, se quedan en la superficie
De hecho, la mayoría de las organizaciones se quedan sólo en la superficie de la sostenibilidad. Casi el 80% de las compañías considera que el impacto que produce en márgenes o sobrecostes es un problema a la hora de implantar estas acciones medioambientales, y para casi tres de cada cuatro organizaciones, otras cuestiones son más importantes en estos momentos. También tres de cada cuatro (75%) de las empresas del sector afirman que tienen una estrategia, infraestructura y recursos para la promoción de la sostenibilidad y de los esfuerzos en el ámbito de la economía circular. Sin embargo, cuando se trata de implantar iniciativas de forma generalizada en todos los niveles de la organización que tengan un verdadero impacto, menos de una cuarta parte de las organizaciones lo ha llevado a cabo.
A pesar de que la pandemia ha vuelto a poner el foco en la economía circular, sólo el 18% de los directivos ha invertido en iniciativas en este campo y el 35% tiene planes de invertir en él en los próximos tres años.
Prácticas sostenibles para empresas
Ante estos resultados, el informe de Capgemini identifica cuatro prácticas que las empresas pueden aplicar para lograr el desarrollo de programas de sostenibilidad a largo plazo:
-Promover entre consumidores y empleados la adopción de prácticas sostenibles.
-Situar la tecnología en el centro de estas iniciativas.
-Implantar una estructura organizativa sólida para la promoción de la sostenibilidad.
–Colaborar con el ecosistema general para lograr un mayor impacto.