Consumo privado, en recesión

La contracción del consumo privado se ha acelerado en los 27 países de la Unión Europea durante el segundo trimestre del año, al presentar una caída del 2,3% en relación al mismo periodo del año anterior. Al menos, así lo demuestran los datos del Barómetro del Consumo Privado en la Unión Europea de Visa Europe.

Este descenso supone la continuidad de la tendencia registrada en los tres primeros meses de 2012, en los que el consumo privado descendió un 0,2% en comparación al primer trimestre de 2011. No obstante, a pesar del retroceso general, 14 países lograron incrementos interanuales, como Alemania, con el 0,4% o Europa de Este, que sigue siendo la zona que registra las mayores tasas de crecimiento. Letonia, Lituania y Eslovenia mostraron avances de doble dígito.

En la otra cara de la moneda, Italia (-7,0%), España (-3,8%), y el Reino Unido (-4,7%) vieron como sus tasas de consumo privado seguían empeorando, mientras que Francia registró una caída interanual del 1%, durante el segundo trimestre. A ello, hay que unir el hecho de que los estados más vinculados con la crisis de la Eurozona siguen registrando reducciones del consumo. En Grecia la caída fue especialmente severa, mientras que Irlanda y Portugal también generaron descensos acusados.

La curva de desaceleración ofrecida por Barómetro de Visa Europe,durante aproximadamente un año, coincide en gran parte con la tendencia que muestran los datos preliminares de Eurostat para el PIB de la Unión Europea durante el segundo trimestre de 2012 y que señalan una caída del PIB del 0,2% durante 2012, la primera reducción en dos años y medio.

El Barómetro del Consumo Privado en la Unión Europea de Visa Europe se basa en el gasto real y no en una impresión o una opinión. Sus resultados se ajustan en función de la emisión de tarjetas Visa, las preferencias de pago de los consumidores y la inflación. A diferencia de otros índices o estudio, que se basan en impresiones u opiniones sobre determinados sectores, éste muestra un reflejo preciso del nivel real de gasto de los consumidores de la UE, basado en la creciente preferencia por el pago con tarjeta. Asó lo evidencia el hecho que uno de cada siete euros que se gasta en Europa se pague con una tarjeta Visa.