Emotividad, consumismo y marketing disparan el mercado de regalos de empresa en Navidad

La Navidad representa sin duda uno de los picos estacionales más altos en demanda y distribución de regalos personalizados

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Entrados en el tercer y último cuarto del año, las empresas de regalos publicitarios saben lo que se avecina. El espíritu navideño, y consumista se activa, son fechas en las que los regalos están a la orden del día y son muchos los inputs publicitarios a los que el público se ve sometido. La emotividad está a flor de piel y los usuarios son más propensos no solo a recibir regalos, sino a agradecerlos de una manera especial.

Todos estos factores dibujan “un contexto más que favorable para las marcas, que ganan en impacto y en recuerdo de marca, y en el que no solo se permiten los regalos publicitarios, sino que se demandan y agradecen”, asegura Diederik De Koning, socio fundador de Gift Campaign, empresa de referencia en artículos promocionales.

Alrededor de siete de cada diez marcas consideran que los regalos promocionales son casi siempre o siempre efectivos a la hora de alcanzar sus objetivos marcados desde el área de marketing. Los usuarios los reciben de buen agrado y es más: los artículos publicitarios les llevan a realizar alguna acción al respecto: un 79% buscan más información sobre la marca y un 83% son más proclives y abiertos a comprar productos o servicios de esa empresa que le hizo llegar el regalo promocional.

Son datos de Promotional Products Association Internacional o PPAI (Asociación Internacional de Productos Promocionales). Más allá de este impacto inicial, estos mismos datos apuntan a que más del 80% de los usuarios se quedan con los regalos que reciben. De entre todos los sectores del público, las nuevas generaciones son un target claro: los artículos promocionales, especialmente tecnológicos, tienen más peso y efectividad en ellos que las fórmulas tradicionales de publicidad televisiva e incluso la online.

Datos que confirman el poder de los regalos de empresa y que explican por qué las marcas confían en ellos en cualquier momento y contexto. No obstante, se acerca el momento que marca un importante hito año tras año. Papá Noel y los Reyes Magos tienen mucho que ver con el hecho de que la Navidad sea la época del año en la que más regalos publicitarios se demandan. “El final del año, la nostalgia y el propio espíritu navideño fomentan de una manera especial la buena acogida de los regalos y maximizan el impacto que estos tienen como protagonistas de las estrategias de marketing”, añade el socio fundador de Gift Campaign.

En esta línea, los regalos de empresa de Navidad se han convertido en protagonistas de las estrategias corporativas. Las compañías aprovechan el tirón de las fiestas para acercarse un poco más a sus clientes y tener con ellos el detalle que les permita afianzar relaciones y proyectos entre unos y otros. Las cestas de Navidad para clientes son un claro ejemplo de esta línea estratégica. Un detalle corporativo que se agradece, que se disfruta en familia y que lleva la marca a acompañar a los usuarios allá donde más les interesa, a sus esferas más personales. Ganan de esta manera en valores como cercanía, confianza y fiabilidad o calidad, y apuntan hacia relaciones de fidelización a largo plazo.

La comida, especialmente en Navidad, es un regalo cargado de sentimiento. No obstante, tiene una vida muy corta y fugaz si se consume, con lo que la intensidad del recuerdo de marca puede quedar limitado. Es por ello que en los últimos años se ha asistido a un repunte de una tendencia tan entrañable como efectiva: los regalos de empresa de Navidad. Artículos personalizados y preparados para tocar la fibra sensible de los clientes en una época de emociones, alegría y fiestas. Un período vacacional en el que se producen cortes temporales en las relaciones profesionales y los negocios. Para evitar un enfriamiento en este contexto y permitir que la marca siga presente, los catálogos de regalos de empresa de Navidad se llenan año tras año de entrañables, originales y sorprendentes artículos publicitarios.

Ese carácter cercano y entrañable es el que lleva a que regalos personalizados estacionales como las bolas de Navidad corporativas, las velas personalizadas o las mantas publicitarias se encuentren en lo más alto del ranking de regalos corporativos de Navidad. Además de ir directos al corazón del usuario en una época como la navideña, son productos promocionales útiles. El logo y el mensaje ganan en visibilidad e impacto gracias a que son artículos de uso normal en el contexto del hogar, en decoración o incluso para uso personal.

Emotividad, consumismo y marketing. Un cóctel de factores que en cualquier época del año ayuda a la consecución de objetivos por parte de las marcas pero que encuentra en la Navidad su mejor momento. “A la vuelta de verano, son muchas las marcas que ponen en marcha sus estrategias navideñas” y la demanda de reclamos publicitarios para las fiestas de Diciembre empieza a dibujar su camino hacia el “mayor pico de demanda del año. En ello estamos trabajando ya”, concluye Diederik de Koning, socio fundador de Giftcampaign.