Social Commerce, un canal de venta con grandes oportunidades
(Por Alessandro Cosci)
Desde aquella afirmación de “las redes sociales no venden” hasta la realidad actual se han producido una serie de cambios que han derivado en que las RRSS se perciban un canal de venta con grandes oportunidades de progreso. El cambio de mentalidad de los usuarios derivado de una mayor confianza a la hora de comprar a través de Internet o el impulso dado por los nuevos formatos de social ads, son las dos claves para el pleno desarrollo del social commerce.
A día de hoy, el social commerce está íntimamente ligado al mobile commerce. Según previsiones de eMarketer, en 2019 más del 66% de los usuarios de Facebook en Estados Unidos solo accederá a esta red social a través del móvil. Si las compras móviles van en aumento, se presupone un incremento de las que se realicen a través de las plataformas sociales.
Los cada vez más numerosos y atractivos formatos publicitarios para social ads, sumado a la información y datos personales de cada usuario que poseen redes sociales como Instagram o Facebook, permiten presentar anuncios seductores, contextualizados y personalizados, lo que favorece un mayor índice de impacto y, por tanto, mayores ratios de conversión.
Los micro momentos pueden ser utilizados para motivar la compra por impulso en unos canales donde el usuario se encuentra relajado, ocioso y, por tanto, más predispuesto a ser seducido por productos o servicios que las redes sociales ya saben que pueden resultarle de interés.
La importancia del marketing de contenidos como factor principal del descubrimiento y generador de ventas también acaba desembocando en redes sociales, el ecosistema ideal para el consumo de contenidos. Las redes sociales impulsan la inspiración y generan un deseo de manera visual muy inmediata. La viralidad, que solo vive en redes sociales, puede convertirse también en un valiosísimo catalizador de las ventas.
A pesar de todo ello, según datos del Estudio Anual de Ecommerce de IAB, sólo un 18% de los usuarios de redes sociales en España adquiere productos a través de ellas. No conviene desanimarse, ya que es un escenario que aún tiene mucho desarrollo en este terreno, incluyendo los esfuerzos de las compañías de apostar por fórmulas que permitan a los retailers vender de forma nativa, directamente en ellas. Eso dotaría de un plus de confianza a la hora de comprar, pues eliminaría la falta de control existente a día de hoy (conozco a quien ha sido estafado por comprar en una tienda online que se publicitaba a través de Facebook).
Los esfuerzos de retailers y minoristas en social commerce deben continuar, experimentando nuevas fórmulas y perfeccionando las estrategias que mejor les funcionan. La adquisición de nuevos clientes se logra mediante contenidos entretenidos o que despiertan emoción, contenidos generados (o viralizados) por otros usuarios y a través de los influencers o micro influencers que habitan en los espacios sociales. Si hablamos de promociones, lo mejor es apostar por audiencias segmentadas y buscar el compromiso en clientes preexistentes a través de orientaciones secuenciales, personalizadas y dinámicas.
(Alessandro Cosci es paid media supervisor de Kanlli)
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