¿Cómo puede el retail proteger el medio ambiente?
Prevenir los daños generados por las compañías en el medio ambiente y compatibilizar su desarrollo económico con el compromiso social, es un activo que repercute significativamente en una gestión más eficaz y una mejora de los negocios, así como en la cuenta de resultados de la empresa.
La demanda de Responsabilidad social por parte de los consumidores y del mercado es cada vez mayor. Así pues, la RSC no sólo redunda en beneficios para la sociedad, sino que también actúa en favor de las propias empresas.
Las empresas de distribución tienen en sus manos herramientas que les permiten potenciar su preocupación por el medio ambiente, en tres aspectos fundamentales:
La conservación. Significa limitar y optimizar los costes y materiales empleados en el proceso de producción. El ahorro de energía se hace posible gracias al diseño de dispositivos y procesos que exijan una cantidad mínima de recursos o dispongan de la opción de ahorro de consumo, manteniendo la eficiencia de las instalaciones.
La reducción de residuos. Es posible restringir la emisión de gases nocivos que propician el efecto invernadero y también limitar el vertido de aguas contaminantes generadas por las propias instalaciones.
El reciclaje y la recirculación. La esencia de la conservación del medio ambiente pasa inevitablemente por un consumo y emisión mínima de recursos y residuos. Y se puede llevar a cabo gracias a la reconversión y reutilización de los residuos generados en el proceso, limitando el uso de nuevos materiales a favor de los productos reciclados. Bien sean suministrados por un tercero, o bien por la reutilización de los propios en lugar de su eliminación.
La aplicación práctica de todas estas medidas, la podemos encontrar en empresas del sector de la seguridad y el retail. El desarrollo de tecnologías para la protección electrónica de artículos (EAS) proporciona protección contra el hurto y ofrece nuevas funcionalidades, que facilitan la gestión del propio comercio. Los nuevos sistemas y medidas de protección electrónica de artículos han sido diseñados específicamente para obtener ahorros energéticos de hasta el 50% menos respecto a sistemas anteriores.
Igualmente, para un sector como el del retail, una medida concreta, sencilla y económica para mejorar su preocupación por el medio ambiente es la creación de programas de recirculación de etiquetas duras. Las etiquetas duras utilizadas junto con los sistemas anti-hurto EAS están compuestas por elementos metálicos y plásticos, que tratados de manera eficiente, son fácilmente reutilizables. Las etiquetas de protección no solamente pueden reutilizarse una y otra vez en tienda, sino que, una vez cumplida su vida útil, sus componentes son fácilmente separables y totalmente reciclables. Además, cumplen con las normativas medio ambientales en cada uno de los elementos que las componen.
Otra medida beneficiosa, tanto para la empresa como para el medio ambiente, es la eficiencia de los programas y sistemas utilizados en el sector Retail, ya que el uso de un número reducido, optimo y eficaz de recursos y elementos dan como resultado una menor emisión de contaminantes y un ahorro de costes importante.
El etiquetado en origen es un buen ejemplo de sistema eficiente ya que, además de conseguir que los productos lleguen a las tiendas previamente protegidos contra los robos y listos para su venta, genera numerosos beneficios al ahorrar tiempo y recursos puesto que el personal de tienda no tiene que dedicarse concretamente a este trabajo, las etiquetas se localizan más rápidamente –ya que siempre se sitúan en el mismo lugar- y se consigue aumentar el periodo exclusivamente a la acción de venta en sí misma.
Otra línea de actuación para mejorar la conservación del medio ambiente a través de sistemas eficientes es la integración de una solución de análisis de inventario, junto con los sistemas antihurto (EAS), que recoge todos los datos necesarios y que da como resultado una solución de seguridad rentable y económica. Una gestión eficaz del inventario evita multitud de problemas a la hora de manipular los stocks, reduciendo las necesidades de mantenimiento y transporte y, por ende, mitigando no sólo las emisiones contaminantes, sino también los costes.
En el caso de la utilización de etiquetas duras recirculables, se hace imprescindible contar con una programación logística predefinida para su distribución. La recogida, recorrido y transporte se ajustan a rutas estudiadas y establecidas que minimicen el impacto de las emisiones de carbono y el consumo de combustible en el transporte de los conteiners por tierra y mar de acuerdo con las indicaciones del Pacto Mundial de Naciones Unidas sobre la iniciativa del Cambio Climático y el Fondo Mundial para la Naturaleza.
En definitiva, el uso de las tecnologías más avanzadas de identificación y protección de artículos, no sólo permite al distribuidor mejorar su eficacia y reducir el hurto, sino que además, es posible hacerlo protegiendo el medio ambiente.