Las empresas españolas se preparan ante el Brexit
Dos tercios de las empresas españolas han elaborado o tienen previsto elaborar, planes de contingencia específicos ante el Brexit.
Por sectores, el Financiero ha sido el más proactivo en este ámbito, puesto que más de la mitad de las entidades ya cuentan con un plan de contingencia, entre otras razones, por requerimiento de los reguladores. Junto a éste, Turismo y Ocio (39%) y Servicios profesionales (37%) han sido los más dinámicos
Así lo establece la segunda edición del informe La empresa española ante el Brexit elaborado por KPMG con la colaboración de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), de cuyas respuestas se obtiene que el 31% de las empresas con intereses en Reino Unido ya han elaborado un plan de contingencia (un 19% ya lo está implementando) y un 33% tienen intención de hacerlo próximamente. Con respecto al año pasado, el número de empresas que cuentan con este plan ha aumentado 9 puntos porcentuales.
Los sectores que se muestran más afectados por la eventual introducción de barreras arancelarias son Distribución y Consumo (85%), Automoción (79%), Agroalimentario (76%) e Industria y Química (67%). La potencial contracción de la economía británica incide mayormente en Turismo y Ocio (71%), Financiero (68%) y Agroalimentario (50%). Los sectores Transporte (71%), Servicios profesionales (67%) y Financiero (62%) son los que más destacan las previsibles repercusiones de los cambios regulatorios. Finalmente, Infraestructuras, Construcción e Inmobiliario (73%) y Turismo y Ocio (71%) son los que subrayan en mayor medida los efectos de la depreciación de la libra. A pesar de la incertidumbre, un 16% de los encuestados piensa que el Brexit generará oportunidades para su negocio, mientras que un 37% no lo descarta.
Los resultados de la encuesta también confirman el carácter estratégico del mercado británico para las empresas españolas. El 46% de las compañías encuestadas declara tener algún tipo de relación con Reino Unido. La mayoría de ellas mantienen relaciones de exportación (18%), seguidas de implantaciones a través de filial (13%). Los sectores que presentan una mayor exposición agregada son Agroalimentario (81%), Transporte (79%), Industria y Química (74%) y Automoción (66%), aunque por inversión destacan el Financiero (41%) y Energía y Recursos Naturales (31%).
Esta respuesta de las empresas se produce ante la gran incertidumbre existente aún sobre cuál será el resultado de la segunda fase de negociaciones, entre los que sigue estando presente la posibilidad de un “no acuerdo”, que dejaría al Reino Unido bajo la Cláusula de Nación Más Favorecida de la Organización Mundial de Comercio (OMC), con importantes repercusiones arancelarias. En otros escenarios, un acuerdo de libre comercio supondría la eliminación de los aranceles, aunque se mantendrían los costes logísticos, administrativos y financieros asociados a los trámites de despacho aduanero y a posibles retrasos en la devolución del IVA, además de los potenciales impactos regulatorios.
En este contexto de cambios al que se enfrentan, los empresarios encuestados creen que será el área financiera de las compañías la que se verá afectada en mayor medida (45%), si bien se observa un descenso con respecto al año pasado (6 puntos porcentuales menos). Sin embargo, se ha elevado la preocupación sobre el área fiscal (40%), su modelo de negocio (39%), el área legal (35%) y la cadena de suministro (33%).
Por sectores, Turismo acentúa la incidencia en las áreas financiera (pasa del 47% al 65%) y legal (del 26% al 45%). En el caso de Transporte se destaca un mayor efecto sobre el modelo de negocio (del 32% al 53%). El impacto en la cadena de suministro es el aspecto más destacado para los sectores de Automoción (pasa del 55% al 68%) y Agroalimentario (47% al 61%).
Con respecto al año pasado, las barreras arancelarias aumentan su importancia entre los retos del Brexit para las empresas (pasa del 43 % al 50%), situándose como el principal reto para las compañías, junto a la posible contracción de la economía británica (50%). Le siguen los cambios regulatorios (46%) y la depreciación de la libra (43%).
Para Antonio Hernández, socio responsable de estrategia internacional y Brexit de KPMG en España » la incertidumbre que sigue rodeando aún la futura relación entre la Unión Europea y Reino Unido, hace recomendable definir una estrategia de respuesta, ya que esperar al último momento puede dejar sin margen de maniobra a la empresa o en posición de desventaja frente a la competencia. Cuestiones como la cuantificación del impacto aduanero de los escenarios en los que podría desembocar el Brexit, la revisión de los contratos firmados con contrapartes británicas o el impacto potencial sobre el personal y talento o el propio modelo de negocio y cadena de suministro son sólo un ejemplo de impactos a tener en cuenta.”