Habrá que hacer balance

Acabo de leer con interés los comentarios que ha suscitado el cambio de horario que ha puesto en marcha Carrefour en Madrid, ateniéndose a la nueva regulación aprobada en esta Comunidad. Ikea por su parte ya manejaba el cierre a las 23 horas durante Julio, Agosto y Septiembre, sin demasiado ruido; y supongo que ahora vendrán muchos más.

250 nuevos empleos en Carrefour Madrid, gracias a la ampliación de horarios son bienvenidos en un momento económico delicado. No he hecho números, pero con la implantación que tienen en la comunidad, hasta pocos me parecen.

No podemos olvidar que los hábitos han cambiado y con ellos el comercio, que como forma de socialización, debe ajustarse a los nuevos tiempos. Estoy seguro, que las tiendas de conveniencia se percataron de con mucha antelación. Pasen ustedes a cualquier hora por un Opencor, y reflexionen sobre los cambios que perciban. Por cierto, las diferencias entre Comunidades no hacen sino complicar las cosas a los consumidores y los propios comerciantes. Y si no que se lo digan a las localidades limítrofes con la Comunidad de Madrid.

Si hemos optado por un urbanismo comercial a la americana, con grandes centros de periferia y una desertización de las poblaciones, quizás convenga recuperar entornos comerciales de proximidad que hagan también más sostenible nuestro próximo futuro. Y menos mal, que al centro comercial acudimos en familia, ocupando más de una plaza en nuestro automóvil.

La nueva regulación, supone una posibilidad de dinamizar el comercio especializado y también los llamados centros comerciales abiertos, las calles comerciales de las que tanto saben en otras Comunidades. La viabilidad económica será la que marque el más próximo futuro con los horarios, y ahí grandes y pequeños tienen baza. Habrá que esperar los siguientes movimientos, y hacer balance pasados los meses.
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