Adiós al probador convencional. Bienvenidas las experiencias, en casa o en tienda
Llega la nueva era del probador. La tecnología, hace posible hoy que costumbres clásicas- probarse ropa en una tienda o cadena de grandes almacenes- haya pasado de ser una rutina, a veces incómoda pero necesaria, a ofrecer distintas opciones para comprador y vendedor.
El probador hoy, protagonista de un buen número de experiencias para el visitante en tienda física, a la vez que proporciona excelentes datos para el gestor.
Para el consumidor, las propuestas iniciadas ya hace años con probadores inteligentes en tiendas de Inditex, con probadores interactivos dónde las prendas elegidas son escaneadas y la persona puede utilizar una Tablet para cambiar la talla, el color de la prenda o para seleccionar otro modelo, sin tener que salir al exterior, dieron la salida a otras muchas experiencia similares. Caso de Mango y sus primeros probadores digitales, provistos de una pantalla táctil instalada en el espejo de los mismos, que funciona al escanear el código de barras de los productos.
Para el retailer y la gestión del punto de venta, los probadores son el área de más alta conversión en las tiendas físicas. Conocer, medir y analizar la información generada en esta zona de decisión de compra permite a los retailers no solo ofrecer al cliente una experiencia de compra única. También responder a cuestiones clave relacionadas con el rendimiento, conversión, eficacia y ventas.
¿Cuáles son los productos que los clientes se llevan a los probadores y cuáles de estos se compran?. ¿Cómo combinan los clientes los artículos y cómo afecta al precio total de venta? ¿Los dependientes retiran los productos de los probadores de manera eficiente? Y la devolución de los artículos a la tienda desde los probadores, ¿se produce con retrasos y produce falta de existencias? ¿Se sustraen las alarmas de los artículos en los probadores? ¿Está el personal de tienda coordinado con los días y horas pico de mayor afluencia de clientes?
LA EXPERIENCIA DE COMPRA Y VENTA DE REBECCA MINKOF
Así lo entiende la diseñadora Rebecca Minkoff cuyas tiendas de Los Ángeles y Nueva York se orientan a la experiencia de compra interactiva. Con probadores inteligentes desde los que elegir la ropa o pedir nuevas prendas.
Más allá de la experiencia, se trata de tomar lo mejor del ecommerce e integrarlo en las tiendas. «Es el momento perfecto» dice el hermano de la diseñadora en el video que se muestra aquí. Datos y más datos que sirven a los retailers para diseñar la oferta diferenciada y única. Es «la Edad Dorada de las oportunidades y estamos entusiasmados»
Y para ejemplo más cercano, el que pudmimos conocer de forma directa en Madrid Retail Congress 2017, explicada a fondo por SBT, quiénes nos hicieron una demostración detallada de su funcionamiento (ver video aquí) , junto a las ventajas para los retailers de implementar elementos de conexión que potencien la experiencia de compra en tienda.
Por medio de una pantalla táctil instalada en el espejo del probador y con la simple acción de escaneo del código de barras de cada producto, permiten al cliente-usuario consultar información de las prendas (tallas, colores, existencias o sugerencias para completar el ‘look’) o contactar con el personal de la tienda y realizar peticiones de otros productos sin moverse del espacio físico del probador. El personal de la tienda recibirá las peticiones realizadas desde los probadores en unos relojes inteligentes y el cliente podrá disponer del producto en sólo segundos.
PROBAR, MEJOR EN CASA
También son muchos los consumidores que ven esa parte del ritual de compra como algo aburrido y a evitar, y prefieren dejarlo para cuando lleguen a casa, muchos son los que optan por sumergirse en la Red y adquirir aquello que les ha conquistado en la tienda física. O los que prefieren acudir al consejo de un personal shopper y que sea éste quien se acerque a casa con unos cuantos conjuntos para probar.
En este sentido, María Uranga, directora de personal shoppers de Lookiero, piensa que «nuestra casa es el mejor probador [porque] más allá de la comodidad y la confianza que nos ofrece, en nuestro armario tenemos todos nuestros básicos y prendas de otras temporadas para combinarlos con las nuevas adquisiciones”.
De acuerdo con Uranga, la compra online facilita al usuario gestionar mejor su tiempo. “Puedes hacer el pedido en 10 minutos de tu hora de comer, recibirlo en pocos días después en casa y probártelo tranquilamente por la noche”, señala.
Los datos hablan de que hay consumidores para ello. Según el último estudio de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), del total de facturación que el comercio online generó en el primer trimestre del año, un 6,1% se adjudica a las prendas de vestir, posicionándose como tercera rama de actividad con mayor porcentaje de volumen de negocio del comercio electrónico.
Por compañías, Inditex – propietaria de marcas como Zara o Massimo Dutti- afirma que el año pasado el 10% de todos sus ingresos llegó a través del canal online. La sueca H&M sostiene que tal canal le proporcionó el 12,5%. Mango, por su parte, estima incrementar para 2020 hasta el 20% su porcentaje de facturación por esta vía.