Dinosol, en busca del convenio colectivo
Los trabajadores de Dinosol, representados por los sindicatos CC.OO., UGT y CGT, han mostrado su preocupación por la marcha de la empresa. Todos temen por su continuidad, que parece inviable y buscan soluciones, aunque desde diferentes ángulos. Los próximos 8,9, 13 y 14 de febrero, está previsto que se reúna en Madrid la comisión negociadora del convenio colectivo, con el fin de llegar a un acuerdo que convenga a todas las partes implicadas
Constituida el pasado 23 de enero, la comisión está compuesta por un total de 19 representantes, seis de la parte empresarial y 13 de la parte social (seis de UGT, otros tantos de CC.OO. y uno de CGT). CC.OO no ha querido participar.
La negociación de este segundo convenio coincide con la anunciada operación de segregación en favor de la sociedad unipersonal Casement Investments SLU, que se aprobará en la Junta de Accionistas del 21 de febrero, que, entre otros puntos, incluirá la transmisión del activo y pasivo de Dinosol.
Los grupos mayoritarios de los trabajadores, UGT y CC.OO, conscientes de la grave situación de la cadena y de las actuales circunstancias del mercado, creen que será casi imposible asegurar su futura viabilidad. Así, lo expresaba UGT en un comunicado, el 17 de enero, después de mantener una reunión con los representantes de la compañía. En el mismo, afirmaban conocer las causas que obligaron a la mayoría de la plantilla a firmar el convenio de la empresa.
UGT también ha mostrado su rechazo a la postura adoptada por CC.OO, al desmarcarse de la negociación del convenio laboral y no asistir a la reunión convocada por la cadena. La Federación Canaria de Comercio, Hostelería y Turismo de CC.OO ha respondido a estas declaraciones, calificando a UGT y CGT de “voceros de la empresa” por “trasladar el miedo como medida de presión para prorrogar el convenio estatal de 2011”.
Dinosol en manos de un pool de 24 entidades bancarias y pendiente de venta, sigue sin solución. Por el momento, se han tomado medidas paliativas, como la reestructuración de la compañía, que supondría la segregación de su actividad en las regiones españolas donde opera. En estos momentos, dispone de 450 puntos de venta (bajo las enseñas Supersol, Cashdiplo e Hiperdino), repartidos entre Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura, Andalucía y Canarias.