Ikea exige el cumplimiento de un código ético a sus proveedores

“Redecora tu vida”, uno de los lemas publicitarios de Ikea, parece creado para impactar en la estructura interna de la multinacional sueca del mueble, que
exige el cumplimiento de un código ético a sus proveedores.

La estrategia, recogida en la Responsabilidad Social Corporativa de la compañía, se condensa en la siglas inglesas IWAY, que resumen “La manera de Ikea de comprar productos para la decoración del hogar “ y que, entre otros principios, fija el cumplimiento de la legislación nacional; salario mínimo garantizado y compensación por horas extras; un entorno de trabajo sano y seguro; el rechazo a los trabajos forzados e infantiles, así como a la discriminación y no asociación de los trabajadores.

También establece pautas para el cuidado del medio ambiente como la gestión responsable de residuos, emisiones de CO2 y productos químicos y la negativa a emplear madera procedente de plantaciones forestales ecológicas.

Una política que encaja con el plan de sostenibilidad de la empresa, anunciado recientemente en la Expo 2008 de Zaragoza, que se plasmará en un proyecto de energía solar fotovoltaica en la tienda sevillana de la cadena (Castilleja de la Cuesta), que será supervisado por la Universidad de Oxford.

Ikea cuenta con colaboradores que “auditan a los proveedores” quienes en caso de incumplimiento del código ético, están obligados a corregir las desviaciones y someterse a una segunda “revisión”.

Las “normas de conducta” afectan no sólo a los 1.350 proveedores que suministran a Ikea en 50 países de todo el mundo (20 de ellos en España), sino a toda la organización, empleados y subcontratistas. El 70% de su producción de la firma proviene de Europa; el 28% de Asia y el 3% de América del Norte.