El lujo de Longchamp y Japón. Una historia de armonía duradera
La firma Longchamp, acaba de inaugurar su flagship en Omotesando, en el corazón del distrito de la moda de Tokio. Un nuevo símbolo de una historia de armonía duradera entre la marca francesa y Japón, segundo mercado mundial más importante en el sector del lujo
Desde los orígenes de la marca, Longchamp y Japón han compartido una conexión similar. Su amor por la moda vio la luz en los años 50, cuando los hombres cambiaron los cigarrillos por las pipas revestidas de cuero de Longchamp y empezaron a comprar los elegantes accesorios de cuero para fumadores que hacía la casa.
En los años 70, las mujeres dejaron de lado sus monederos por la primera colección de bolsos Longchamp. Esta primera colección, llamada LM, gustó mucho a las japonesas gracias a su elegancia afrancesada y a su cuero natural suave y sensual. El éxito instantáneo de este bolso afianzó la importancia de la marca en todo el país.
En la actualidad, Longchamp prevalece como una marca que crea estilo y moda contemporánea de lujo parisino, al tiempo que mantiene su estrecho vínculo con Japón.
ASÍ ES LONGCHAMP LA MAISON OMOTESANDO
Con sus 35 metros de altura, 7 pisos y 500 metros cuadrados, la flagship de Longchamp La Maison Omotesando es la mayor boutique de la marca en Asia. Pero es «más que una boutique, es un edificio exclusivo para Longchamp», afirma Jean Cassegrain, CEO de Longchamp y nieto del fundador de la casa.
Su diseño arquitectónico moderno, está reservado sólo para tiendas seleccionadas. Como si fueran delicados lazos entrelazados, sus icónicas láminas de metal envuelven la torre de cristal. Los paneles, de tonos suaves de color beige, perla y champán, flotan en el exterior del edificio.
Por la noche, el edificio cobra vida al iluminarse las líneas de cada panel, parpadeando y bailando sobre su superficie. Esta fachada, llamada Prismatic, da la bienvenida a los clientes y los transporta al interior de las diferentes salas llenas de luz a través para conocer las últimas colecciones Longchamp. Cada una de ellas, está dedicada a una colección Longchamp, desde el prêt-à-porter hasta la zona de personalización, pasando por la línea para hombre en la planta baja.
«Nuestro objetivo es proporcionar una experiencia exclusiva a aquellos que pasen por nuestra puerta, prestando especial atención a la acogida y a la calidad de nuestros servicios. Marcamos la diferencia creando efectos sorpresa en la boutique, así como en nuestras creaciones, al tiempo que mantenemos nuestros productos que transcienden las modas en la Flagship», añade Jean Cassegrain.
A lo largo de la escalera, las salas de la boutique se cruzan con la melodía visual de John Aslanidis con su Sonic Network Nº. 18. A través de esta intersección que mezcla arte, música y matemática pura, el artista ha creado una obra a medida y realizada in situ para La Maison Omotesando. Su enfoque multidisciplinar pone en paralelo los valores de la marca: innovación y expresión creativa, mientras estas vibraciones gráficas resuenan por todo el espacio.
PRIMER ESPACIO EXCLUSIVO AL UNIVERSO HOMBRE
La planta baja presenta una serie de accesorios para hombre y artículos de viaje. Esta boutique es el primer espacio dedicado en exclusiva a la línea de hombre en Japón, y ofrece una visión única de la herencia de la marca.
Dedicando toda una planta al universo para el hombre, Longchamp vuelve a narrar la historia de sus orígenes. En 1948, Jean Cassegrain empezó su andadura en el sector del lujo con sus accesorios revestidos de cuero para fumadores. Al rotundo éxito de esta gama le siguió la expansión de los portatrajes de cuero, y poco a poco se hizo con toda una colección de accesorios de viaje para hombre, incluidos portadocumentos, mochilas y fundas para iPad.
Casi 70 años más tarde, Longchamp mantiene sus diseños de equipajes originales y modernos, además de una gama ampliada de accesorios destinados al hombre contemporáneo, así como colecciones de bolsos y prêt-à-porter para mujer.
Longchamp, presente hoy en más de 300 boutiques en todo el mundo, fue fundada en París en 1948 por Jean Cassegrain. Sus colecciones de bolsos, artículos de viaje y accesorios poseen una reputación de calidad y tradición a nivel mundial, que se está extendiendo a calzado y prêt-à-porter.
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