Impresión en 3D. Revolución en industria, comercio y empleo
La próxima revolución industrial está por llegar. Construida sobre una combinación entre el mundo físico y el virtual, tendrá un profundo impacto en las diferentes industrias, empresas, economías y gobiernos. Helena Herrero, presidenta de HP España y Portugal, reflexiona a continuación sobre el papel de la impresión 3D en la próxima Revolución en industria, comercio y empleo.
La Impresión 3D, uno de los principales motores de la transformación digital para las empresas
«Desde las grandes organizaciones hasta los negocios más pequeños han iniciado sus propios procesos de digitalización e hiperconexión. Los trabajos manuales y repetitivos serán reemplazados por nuevas tecnologías para ganar eficiencia. Y lejos de constituir una amenaza, la automatización está devolviendo a las empresas el auténtico valor del capital humano: el talento y la creatividad.
Una de las tecnologías que más están influyendo como elemento transformador de las empresas es la Impresión 3D, utilizada en los últimos años para crear prototipos y pequeñas piezas y que gracias a los niveles de innovación desarrollados en este campo, la producción industrial y la fabricación de productos a partir de ficheros digitales ya es una realidad. Esto ha hecho que los diseños de los productos fluyan tan eficazmente como lo hacen las ideas a día de hoy a través de internet.
Este ha sido uno de los motivos por el cual en los últimos tiempos hemos visto un crecimiento exponencial del negocio de impresión 3D. Según comentan los analistas[1], este crecimiento ha sido de aproximadamente un 30 % interanual, llegando a alcanzar los 7.300 millones de dólares en 2016 y se estima que esta cifra podría triplicarse en los próximos cuatro años. El 42 % de las empresas fabricantes plantea adoptar esta tecnología en los próximos 3-5 años y se prevé que represente el 5 % de la capacidad de fabricación del planeta, lo que haría de la impresión 3D una industria de 640.000 millones de dólares. Con todo ello, las compañías ya tienen claro el gran poder transformador de la impresión 3D.
Pero en todo este ecosistema, el nuevo talento y las nuevas capacidades serán claves para impulsar esta nueva industria: La programación, la tecnología y el diseño de la experiencia del usuario, así como el funcionamiento y la gestión del equipo, serán habilidades necesarias, además de capacidades cognitivas como la creatividad y el razonamiento lógico, para poder hacer frente a la industria de la impresión en 3D.
A nadie se le escapa que esto va a suponer un enorme impacto y una enorme transformación en el empleo. La llegada de la impresión 3D y otras tecnologías impactarán en los trabajos y debemos tener claro que se trata de una tendencia imparable y debemos adaptarnos a ella y ser conscientes que ante la desaparición de algunos puestos, se crearán otros muchos nuevos. Es por ello que fomentar las vocaciones STEM es una cuestión de estado como país, y una cuestión de futuro como individuos.
No debe sorprendernos, por tanto, que la IV Revolución Industrial seguirá siendo uno de los temas protagonistas del año. El paso desde la distribución de materiales y productos en un viaje de ida y vuelta por el planeta, a un nuevo modelo de suministro y fabricación local tiene enormes implicaciones para el comercio, los impuestos y las regulaciones nacionales e internacionales.
La industria de fabricación, con un valor de 12 billones de dólares, y su cadena de suministro global van a experimentar una profunda transformación. Los primeros ahorros procedentes de una fabricación más local, tanto desde el punto de vista económico como medioambiental, supondrán el 5 % del petróleo que ahora se emplea exclusivamente en el transporte de los bienes por todo el mundo. Los productos también pueden construirse con materiales reciclables, minimizando así los deshechos. Y no será necesario almacenar los productos que no se vendan si baja la demanda, puesto que sólo se fabricarán cuando sea preciso.
Los economistas describen este cambio como la desvinculación del crecimiento económico y los limitados recursos del planeta. Se trata nada menos que de la creación de un futuro sostenible, un beneficio histórico para todos los habitantes de la Tierra. La próxima Revolución Industrial no solo cambiará el mundo: lo mantendrá en pie»
Helena Herrero es presidenta de HP España y Portugal