Consumidores 2020. Tecno-individualistas y adictos a la información

En 2020, todo el mundo será adicto a la información. No existirá diferencia entre medios “nuevos” o “viejos”, sólo existirá “el medio” y las empresas tendrán que dejar de enfocarse en las preferencias de sus clientes y hacerlo en sus comportamientos para sobrevivir. Esta eclosión del individualismo y de la información tendrá consecuencias tanto positivas como negativas para la sociedad, y creará un reto para las empresas. Son las conclusiones del Informe “The App Effect” realizado por Instituto VINT de Sogeti, perteneciente al Grupo Capgemini, que se ha presentado en Lisboa coincidiendo con el Sogeti Executive Summit.



Según “The App Effect” , la gente no hará nada sin información personalizada y sin lo que ahora denominamos Apps. A modo de ejemplo, se señala que ahora mismo el 58% de las personas que visitan a amigos o familiares consultan sus smartphones durante la visita, y un 44% sus iPad. Igualmente, el informe también señala que actualmente el 57% de los usuarios de iPad se llevan el dispositivo a la cama. Por otro lado, en 2020 la actual generación, dentro de la cual puede haber usuarios que rechazan o no usan este tipo de tecnología, habrá envejecido, lo que se refuerza el hecho de que todo el mundo en esas fechas estará inmerso en la información y los Apps servirán para aumentar nuestros sentidos.

Así, dentro de ochos años no estará clara la distinción entre un comportamiento asociado a una información y un comportamiento regular. Hasta ahora, dice el estudio, siempre ha existido una relación entre el medio y el usuario, pero la aparición de los Apps está marcando un punto de no retorno en el que lo individual ha llegado a ser el único foco posible. De hecho, desde un punto de vista tecnológico, los Apps son sólo el principio.

Según afirma el documento, en la era post PC comenzará a convertirse en habitual comprar y usar los propios gadgets y software en el propio lugar de trabajo y ese software correrá en innumerables dispositivos y pantallas, lo que significará que la gente tendrá un mayor control sobre su información mientras que las compañías perderán el control de ella. Esta lucha ya se ha comenzado a manifestar en fenómenos como WikiLeaks o el colectivo Anonymous, y esta resistencia “contracultural” irá a más, habiendo cada vez más presión sobre las compañías para hacer las cosas “bien” y proteger la privacidad.

Los mayores retos vendrán del lado de las empresas. Tal como las conocemos ahora mismo, no están adaptados a este nuevo individualismo. El informe dice que los empleados y los consumidores han cambiado su forma de trabajar y de adquirir productos mucho más rápido que las compañías, y que este distanciamiento está conduciendo a un conflicto cultural que sólo se resolverá mediante el empuje hacia la creación de un nuevo sistema basado, por quienes sea posible, tecnológicamente, socialmente aceptable y económicamente viable.

Ante esta nueva situación las empresas tendrán que dejar de enfocarse en las preferencias de sus clientes y hacerlo en sus comportamientos, ya que aquellas que no sean capaces de asumir este cambio sufrirán serios riesgos. Menno Van Doorn, Director del Instituto de Investigación VINT, afirma que “los clientes, los empleados y los accionistas simplemente estarán en movimiento continuo”.