Una doctora en farmacia cuestiona algunos mitos de los «superalimentos»

 

20-min_par7530

“Superalimentos, rico rico y sin fundamento” es el título de la ponencia que la doctora en Farmacia Marián García ha pronunciado en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de La Rioja. En ella, ha puesto en cuestión algunos mitos en torno a los alimentos de moda.

Los Smoothies. “Nos seducen con sus atractivos colores aunque pueden convertirse en una trampa por su alto contenido en fructosa” ha afirmado la doctora. Un smoothie, o batido, perfecto debe incluir tanta cantidad de fibra como la fruta original. “En realidad no supone ninguna ventaja bebernos a sorbitos medio aguacate, una manzana, dos zanahorias y un manojo de espinacas con jengibre y perejil. Si nos tomamos los ingredientes por separado y en su forma original evitaremos el rápido paso de la glucosa a la sangre y será mayor el efecto saciante”.

Té matcha:. “Como casi todos los alimentos nuevos, también proviene de Japón”. Es frecuente encontrarlo en batidos, helados, tartas, galletas, macarons o incluso en cócteles con alcohol: “Tengo la impresión de que en estas extrañas parejas el té matcha se añade como polvito mágico en una improvisada excusa para justificar las bombas más explosivas”. “El té matcha preparado en infusión sí que es una bomba de antioxidantes y muy recomendable excepto para aquellas personas que tengan alguna contraindicación como presión arterial elevada o úlcera de estómago”.

Sobre la Alcachofa,
afirma no existir estudios «que confirmen su eficacia en la pérdida de peso pero sí tiene actividad colerética y colagoga”. “Ayuda a nuestro hígado a procesar mejor las grasas y, por tanto, puede ser recomendable para aquellas a las que las digestiones se les hacen un poco pesadas”.

Chía. “Es la nueva semilla, aunque lo de nueva es un decir porque al parecer los mayas y los aztecas ya desayunaban chía”. “Contiene incluso más fibra que la hasta ahora reina del desayuno, la avena, pero también aporta más grasa y calorías. A su favor, la mayor parte de su grasa es fuente de omega 3 y por tanto cardiosaludable”.

Seitán. “A pesar de que su apariencia final puede ser similar a la de un filete, no podemos considerarlo un sustituto de la carne porque la calidad de su proteína es menor que la de la carne”.

“Sirope de ágave, néctar de ágave, jarabe de arce, jarabe de maíz, miel de maple… muchos nombres distintos y un solo componente mayoritario: azúcar. A pesar de la generalizada creencia de que estos edulcorantes son más naturales y, por tanto, más saludables, nada más lejos de la realidad: contienen entre un 70% y un 85% de azúcar y la verdad se cuenta a medias.Estos siropes contienen vitaminas y minerales, pero en la práctica no compensa: los micronutrientes de los que hacen gala se encuentran en porcentajes minoritarios y son muy fáciles de conseguir a partir de otros alimentos.”

EL CONSUMIDOR TIPO
Boticaria García dio algunas claves en tono de humor sobre cómo puede identificar el consumidor los súperalimentos: un nombre en inglés, una procedencia exótica, un famoso que lo prescriba y un precio alto. La doctora García habló de algunos en concreto como el kale (o sea, “la berza de toda la vida”), el té matcha, al que se le atribuyen propiedades tan sorprendentes como reducir el estrés pero también el colesterol, estimular las defensas y hasta combatir el cáncer… O los smoothies de frutas, a los que también se puede llamar batidos, y que se venden por sus propiedades depurativas. La farmacéutica indicó cuánto hay de mito y de verdad en sus difundidas bondades.