Industria y consumo alimentarios ¿Se inicia la recuperación?
En lo que va de año 2011 y a pesar de las caídas de los dos primeros meses, la reactivación parece haber llegado aún de forma ligera, a los mercados de gran consumo y a la industria de alimentación y bebidas.
En este último caso, la Federación que agrupa a las principales empresas del sector, FIAB, afirma que se consolida la tendencia a la recuperación de la ocupación en el sector durante los últimos dos trimestres del año. Las estimaciones más probables indican que el empleo se incrementará en 4.000 personas hasta final de año.
La industria de la Alimentación y Bebidas ha comenzado una paulatina recuperación en los niveles de empleo y ocupa en la actualidad a 446.000 personas. En concreto, según la última Encuesta de Población Activa (EPA), la tasa interanual de variación del empleo en el sector fue del 0,52%. Esta cifra contrasta claramente con los descensos del 0,94% experimentado el empleo total y del 1,57% en la totalidad de la industria. Estos datos se desprenden de la segunda oleada 2011 del Barómetro del Sector de la Alimentación, elaborado por la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB).
Horacio González Alemán, secretario general de FIAB considera que “a pesar de la adversa coyuntura en la que el consumo está deprimido, prevemos que nuestro sector genere empleo durante el resto del año” Para ello, dice González Alemán, “es crucial que se adopten medidas que reactiven el consumo y no se pongan trabas al desarrollo del sector, puesto que si se dan estas condiciones, podríamos llegar a crear hasta 21.000 empleos de aquí a final de año y constituir un verdadero motor para salir de la crisis. De modo contrario, y según nuestras previsiones más negativas, podríamos registrar un descenso de más de 13.000 empleos hasta final de año”.
Sin embargo, la producción en el sector ha experimentado una evolución negativa durante los cinco primeros meses del año, fruto del deterioro de la economía doméstica. Así, el Índice de Producción Industrial (IPI) muestra que la industria de la alimentación ha tenido una variación negativa del 1,3% en la media interanual entre enero y mayo. En el caso del sector de las bebidas dicha caída ha sido más importante situándose en el 3,9%. En ambos casos, la evolución de este indicador de producción difiere respecto al total industrial, donde se experimenta un incremento del 1,2%.
En el capítulo de la alimentación, FIAB prevé que siga un moderado descenso en el IPI hasta el mes de agosto, con una recuperación posterior a partir de septiembre. De cumplirse estas predicciones, en términos interanuales, la variación media en septiembre sería del -0,5%. Como siempre, el equipo económico de FIAB trabaja con tres escenarios, el más probable, el más optimista y el más negativo. Por su parte, las estimaciones sobre el comportamiento de la fabricación de bebidas indican un vigoroso impulso del IPI hasta julio y un posterior descenso durante los meses de agosto y septiembre. En términos interanuales, estimamos que la variación media se situaría en septiembre en el -2,6%.
Las exportaciones, por su parte, continúan su buen comportamiento. Entre enero y mayo de 2011 (últimos datos disponibles del ICEX), las exportaciones de alimentos y bebidas alcanzaron los 7.427 millones de euros, lo que ha supuesto un crecimiento del 14,7%% con respecto al mismo periodo del año anterior. La balanza comercial ha arrojado un saldo positivo de 734 millones de euros, puesto que las importaciones alcanzaron los 6.476 millones de euros en los cinco primeros meses del año, y un crecimiento del 19,9% con respecto al mismo periodo de 2010.
Gran Consumo. Pequeña signos positivos
En cuanto al Consumo y sus canales, Kantar Worldpanel en su análisis periodico de productos de Gran Consumo (alimentación, droguería, perfumería, petfood y productos infantiles) establece un crecimiento durante el primer semestre de 2011 del 0,3% en volumen y del 0,8% en valor. La cifra supone la reactivación, después de las caídas registradas en el mismo periodo de 2010 (-1,3% en volumen y un -3,2% en valor). A pesar de un mes de enero marcado por la tendencia negativa de 2010, febrero ha mostrado una recuperación progresiva hasta conseguir cerrar el semestre en positivo.
Repartidas estas cifras por canales comerciales, Mercadona junto a las tiendas de descuento, alcanzaron una cuota de mercado en la primera mitad de 2010 del 30,5 % para productos de gran consumo robando cuota al canal especialista que queda con un 32,6 %. Los supermercados sin Mercadona y los hipermercados prácticamente mantienen su peso en el mercado, del 22,3% en el caso de los supers (23% en 2010) y el 14,6% los hipers (14,9% en 2010).
Crecimiento dispar
De acuerdo con los datos de la consultora, los productos frescos siguen siendo el sector más perjudicado y, aunque también están mejorando su tendencia, lo están haciendo a un ritmo inferior, ya que su demanda está todavía un 1,2% por debajo de 2010 y ha generado un 0,5% menos de valor en el periodo analizado.
Por su parte, la alimentación envasada permanece estancada en volumen (-0,3% en volumen) y crece moderadamente en valor (+1,4%). La droguería y la perfumería concluyen el primer semestre con sendos crecimientos del 3,1% y 1,3% en volumen respectivamente, y del 0,5% y 4,8% en términos de valor, si bien es cierto que la sección de perfumería ha ralentizado su tendencia positiva en los últimos meses.
Sin embargo, muestra un crecimiento dispar por sectores. En los productos de alimentación envasada y droguería pasa de un 33,9% a un 35,1% de cuota de mercado en valor en un año (1er semestre 2010 vs. 1er semestre 2011), aunque frena el crecimiento de los últimos años en la sección de perfumería, que, no obstante, mantiene su cuota del 11% en 2011 (vs 10,8% en 2010).
A nivel doméstico, las cifras revelan que los hogares han destinado, durante estos seis primeros meses del año, un total de 2.101 euros a su abastecimiento (alimentación, droguería, perfumería, petfood y productos infantiles), una cantidad en línea con los 2.096 euros que destinaron en este mismo periodo de 2010.
La marca de la distribución se ha beneficiado de la búsqueda de alternativas más económicas por parte de los hogares y durante el primer semestre de 2011 copa ya el 30,9% del gasto en productos de Gran Consumo (excluyendo frescos perecederos), frente al 30% que representaba ésta en las compras de 2010.
TRIBUNA
Alimentación y Consumo, vuelta al hogar
Como parte de la identidad cultural de nuestro país, siempre hemos disfrutado del ocio que representa el consumo en establecimientos de hostelería (bares, restaurantes o cafeterías). Sin embargo, esta parte de nuestra cultura está sufriendo una transformación lenta y dolorosa que impacta en un sector con un peso muy relevante en nuestro PIB, afectando a todos los agentes económicos del canal HORECA y que necesita abordar una transformación urgente para defender su participación y relevancia en nuestro estilo de vida.
Ya no resulta una novedad para nadie que el consumidor reduzca de forma drástica su frecuencia de visita y su gasto en el canal. La respuesta a este cambio de comportamiento por parte de los puntos de venta, poco sofisticados en su gestión y con limitada capacidad financiera, ha sido la de incrementar los precios de sus productos muy por encima de los valores realmente repercutidos por sus proveedores (fabricantes y distribuidores). Esta respuesta ha agravado exponencialmente la reducción en número de visitas y el “ticket” de consumo medio creando una auténtica espiral de destrucción de valor.
Esta dinámica amenaza con cambiar nuestros hábitos de consumo al desplazar de forma creciente el volumen de gasto hacia el hogar, produciendo un ahorro en gastos susceptibles de ser interpretados como “prescindibles” por la baja calidad del acto de consumo en determinados locales, en directa correlación con su coste.
Sufre el punto de venta, pero también el distribuidor y fabricante que lo surte. Y es que al caer el volumen de ventas en el canal, todos los proveedores de productos ven disminuir sus ingresos por punto de servicio. Así, los distribuidores tendrán que contemplar ajustes en su dimensión y en su capacidad de servicio para poder reequilibrar sus costes a los ingresos afectados por la caída en la demanda por cliente y en el número de estos. Tendrán que aumentar el rendimiento de sus rutas con un incremento en el portafolio de productos a vender para cada posible entrega. Lo que, a su vez, reducirá el tiempo de atención comercial y personal prestado a cada local, forzando al distribuidor a que compita exclusivamente con el precio de los productos que distribuye, convirtiéndose cada vez más en operador logístico y menos agente comercial.
Finalmente, los puntos de venta del canal Horeca contemplarán como el descenso en el tráfico y el consumo medio reducen su caja disponible y el rendimiento de su negocio. El deterioro en el rendimiento económico de cada local será evidente, llevándole finalmente a cerrar o a languidecer. Lo que continuará incentivando el progresivo abandono de la costumbre de consumo fuera del hogar.
El futuro del sector
Será inevitable que continúen reduciéndose los puntos de venta del canal Horeca; el menor ingreso y los costes fijos los harán poco atractivos y finalmente inviables de mantener. Será también inevitable que se transforme el hábito de consumo fuera del hogar. Pero, en esa lucha por sobrevivir, la estrategia de integración de los mejores locales en cadenas se convertirá, como ya se aprecia hoy, en clave diferencial para aquellos establecimientos que consigan adaptarse y ganar en atracción de consumo.
Sin embargo, con independencia de lo que exija la reestructuración de locales, la clave para que el sector se transforme de forma menos traumática radicará en que los fabricantes también sepan adaptar su oferta a dichos establecimientos. Tendrán que estar preparados para absorber los mayores costes de servir a este canal, afectados por una reducción en las ventas por ruta y el encarecimiento del coste de cada entrega en la misma. Los fabricantes también tendrán que explorar fórmulas de alianza que les permitan compartir el esfuerzo de entrega, idealmente, con productos no competitivos con los suyos.
En definitiva, el canal Horeca sobrevivirá como un canal atractivo y rentable, pero requerirá una fuerte y rápida transformación. La recompensa será para aquellos que sepan liderar este cambio haciendo que el sector alcance una nueva dimensión que consiga defender el hábito de un pueblo que ha sabido vivir y disfrutar de un espacio de encuentro social; amplio, abierto, atractivo y alejado del entorno laboral y del hogar. Nuestro canal Horeca.
Fernando Souza
Director de consultoría de Consumo y Distribución de Deloitte