En busca de la eficiencia energética
“La primera impresión que perciben los clientes al entrar en una tienda o comercio es fundamental. Después de todo, los espacios de venta deben atraerle y persuadirle de que es bueno invertir su escaso tiempo en decidirse a comprar. Una buena iluminación forma parte esencial para crear esta imagen atrayente que ayuda a la venta. Una buena iluminación es, por tanto, un ingrediente imprescindible para el éxito comercial”
En los últimos tiempos hemos podido constatar una mayor sensibilidad hacia la mejora de la iluminación de los espacios comerciales de nuestro país. Las grandes cadenas, influenciadas por la tendencia internacional, fueran pioneras en este aspecto. Ahora podemos comprobar que también los pequeños comercios toman conciencia de la importancia de la utilización de la iluminación como elemento fundamental de la imagen del negocio. En otras palabras, la iluminación es más que “dar luz”. Hoy en día debemos saber qué intensidad de luz necesitamos, qué tipo de luz es la más apropiada y, entre otros factores, en qué lugar preciso debemos colocarla para conseguir un espacio agradable y atractivo para nuestro cliente.
Además de lo anterior, la iluminación en general ha evolucionado a lo largo de los últimos años buscando la máxima eficiencia. Ahora se puede ofrecer la misma o incluso mayor cantidad de luz con un consumo de energía significativamente menor. Más recientemente esta evolución nos ha conducido al descubrimiento de la revolucionaria tecnología LED (Light Emitting Diode) que básicamente se caracteriza por su bajo consumo y su larga durabilidad.
Paralelamente a toda esta “revolución LED” nos ha llegado la también la crisis económica internacional. Esto ha llevado a los retailers de nuestro país a aumentar el control de todos sus costes y, por supuesto, ha reducir el consumo eléctrico de sus comercios. Ello ha provocado un aumento de la demanda de iluminación de poco consumo. Entonces, ¡ya lo tenemos todo!, existe “una necesidad” y un “producto que puede satisfacerla”. Pero, como casi todo en la vida, las cosas no resultan tan fáciles. El empleo o la sustitución de la iluminación por LED’s requiere un profundo estudio a todos los niveles, no sólo a nivel de consumo si no también a nivel lumínico. Es decir, debemos preguntarnos: ¿nos dan la intensidad de luz que deseamos? ,¿ Nos ofrecen la misma – o mayor – intensidad lumínica que la que teníamos anteriormente?, ¿Destaca suficientemente a nuestros productos?. Si no nos hacemos estas preguntas la imagen de nuestro espacio comercial puede verse seriamente afectada, con las indeseables pérdidas de ventas que ello conlleva.
En estos momentos la iluminación en el retail debe dirigirse a la consecución de la máxima eficiencia energética. Se debe conseguir la mejor iluminación con el mínimo consumo, es decir, al mínimo coste energético. Si no medimos y planificamos previamente, y con rigor, la intensidad de luz que deseamos en nuestras tiendas, se puede incurrir en el fatal error de perder toda la buena y atractiva imagen ganada estos años en nuestros locales comerciales.
Por todo lo anterior, debemos estudiar detalladamente qué tipo de iluminación es la más apropiada en cada zona de la tienda (halogenuros, fluorescencia, halógenos, LED’s) y, sobre todo, dejarse asesorar por empresas especialistas en iluminación eficiente. Ellos pueden recomendar qué tipo de lámpara y qué tipo de luminaria es la más eficiente para cada caso.