El sector del gran consumo alerta sobre el efecto negativo de posibles subidas impositivas

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La posibilidad de una nueva subida impositiva sobre el IVA o los impuestos especiales a la actividad o a determinados bienes de consumo, afectaría directamente al ciudadano y retraería el consumo. Así lo han manifestado diversas organizaciones representantes de la cadena de valor agroalimentaria (sector primario, industria, y distribución), así como hostelería, que muestran su preocupación ante la posibilidad de alzas impositivas próximas.

Este mismo efecto lo provocaría una reclasificación al alza del IVA o de los impuestos que gravan específicamente a la actividad del sector. Y afirman que son las acciones encaminadas a una lucha más decidida contra el fraude fiscal y la economía sumergida las que incrementarían la eficiencia y competitividad no sólo de nuestros sectores, sino de toda la economía en su conjunto.

Los datos actuales demuestran que el incremento reciente del PIB y del empleo en nuestro país obedece al efecto motor del repunte del consumo interno de los hogares. Estos sectores alcanzaron, según el INE, una producción en el año 2015 de 480.000 millones de euros, aportando de forma agregada a nuestra economía un valor añadido de 220.000 millones de euros, lo que supone más del 20% del PIB, dando empleo a su vez a 5.700.000 personas, representando prácticamente el 30% del total del empleo nacional.

Se trata, por tanto, de sectores altamente estratégicos para nuestro país. Como ya se ha demostrado en otras ocasiones, un incremento de la presión fiscal en los bienes de consumo es muy negativo en el nivel de renta y poder adquisitivo del ciudadano, así como en el sector turístico.

La cadena de valor considera que en estos momentos de repunte económico es imprescindible mantener cuanto menos el “statu quo” de los impuestos que recaen sobre el consumo. Acciones encaminadas a una lucha más decidida contra el fraude fiscal y la economía sumergida (en España la economía sumergida aún supera el 18% del PIB), así como el control del gasto público, son medidas que incrementarán la eficiencia y competitividad, no sólo de nuestros sectores, sino de toda la economía en su conjunto.

Por tanto, una subida fiscal centrada en el IVA y los impuestos especiales no hace sino penalizar las economías domésticas y contraer la demanda, con el consecuente impacto sobre el empleo y la actividad empresarial. Es importante- declaran- no penalizar a los sectores más competitivos y estratégicos de nuestra economía, pues son ellos los que generan riqueza, empleo y bienestar.