Tendencias en el consumo de perfumería e higiene. Más sencillez y comodidad, con menor gasto
En parte por los efectos de la crisis pasada que dejó una racionalización en las compras y en parte también por otros hábitos y costumbres.
Cada español ha gastado 147 euros en productos de perfumería y cosmética en 2016, un 3% menos que en 2015, según el panel de cuidado personal de la consultora Kantar Worldpanel. En total, 32,5 millones de individuos mayores de 15 años han comprado alguno de estos productos en el último año, con una frecuencia de cada 3 semanas. Los productos de higiene son los más habituales en estas compras: higiene bucal (24,9 millones de compradores), cuidado del cabello (24,7), productos de baño y ducha (21,8) y desodorantes (20,9)
Kantar Worldpanel, que ha ampliado la muestra de su panel de cuidado personal un 67%, para operar el mayor panel de individuos de España, explica esta reducción del gasto en primer lugar por una simplificación de las rutinas de belleza e higiene. Así, las mujeres usan 11 productos de perfumería a la semana y los hombres 6, en ambos casos uno menos que en 2008. El principal momento del día en el que se prescinde de ese producto es por la mañana después de levantarnos, que es cuando más productos se suelen utilizar. Por edades, todos los individuos han reducido su uso, si bien la mayor caída se da entre los 25 y los 44 años.
En opinión de Rosa Pilar López, Sector Director de Kantar Worldpanel, “la crisis influyó en los hábitos de cuidado personal de los españoles, pero también los nuevos estilos de vida y la falta de tiempo hacen que busquemos sencillez y comodidad en nuestras rutinas de higiene”. Esta tendencia ha beneficiado a productos que aportan conveniencia y multibeneficio como son las aguas micelares o las cremas BB o CC. Estas aguas de limpieza facial son compradas por más de medio millón de individuos (x6 desde 2013), mientras que las cremas hidratantes con color han crecido un 51% desde 2013 y ya son compradas por casi dos millones de españoles.
Rosa Pilar López añade: “qué productos usamos, y cómo, condiciona la compra y la evolución del sector, por lo que entender bien qué y quién hay detrás de cada rutina es crucial para avanzarse a las tendencias que vienen. Así por ejemplo, ante el envejecimiento de la población, un consumidor cada vez más adulto y más constante en sus cuidados, por su mayor preocupación por su salud y su aspecto, se convertirá en un target clave para la mayoría de categorías”.